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Almas Gemelas, Encuentro

Las almas gemelas son parte del grupo de almas que forman las conexiones karmáticas, pero se trata de dos personas que se destacan muy por sobre el resto de ese grupo en la mayoría de los aspectos de compatibilidad mutua. Su conexión usualmente proviene por haber compartido varias vidas pasadas que les han sido mutuamente positivas.

La mayoría de las personas pueden tener varias almas gemelas, y mientras mayor es su tiempo de existencia, mayor es el número de almas gemelas.
Las almas gemelas pueden estar encarnadas en esta dimensión con nosotros o estar como guías nuestros en la otra dimensión, dándonos valor y ayudándonos.
Nuestras almas gemelas nos conocen bien y comparten con nosotros muchas experiencias intensas y/o que nos acercan sentimental y emocionalmente.

Lo que se experimenta al producirse el encuentro con su alma gemela, la primera vez que ocurre dicho encuentro o en un tiempo posterior, puede manifestarse con algunas emociones muy especiales como sentir una energía frenética, que su corazón deja de latir, una sensación que se transmite por toda la piel, y otras manifestaciones emocionales y físicas que manifiestan la intensidad de nuestro deseo interior de estar con esa persona para siempre.

Lo dicho recién pertenece más a la situación del amor a primera vista. La misma experiencia de encontrarse con su alma gemela puede provenir de la comunicación que hace nacer los sentimientos que crean un lazo amoroso el cual deseamos que dure por toda una vida.

El amor a primera vista puede reflejar una intensa sensación de intimidad que puede indicar que nos hemos encontrado con alguien a quien hemos amado en alguna vida pasada. La otra manera de sentir que estamos con nuestra alma gemela puede ocurrir después de haber estado con esa persona en un número de ocasiones posteriores al primer encuentro. Esto también puede manifestarse como algo repentino, como al sentir celos cuando alguien muestra interés por esa persona, o la repentina aceleración de los latidos del corazón cuando quedamos cerca de él o ella. La atadura espiritual de las almas gemelas puede emerger después de un tiempo y usualmente causa un sentimiento como si se hubiera compartido un pasado entre esas personas lo cual implica el presentimiento de un futuro feliz como pareja. En términos de las vidas pasadas, proyectamos nuestro futuro con esa otra persona en base a una o mas experiencias compartidas en las vidas pasadas. El recuerdo de ese tiempo compartido juntos puede despertar las sensaciones asociadas en nuestra mente subconsciente al primer encuentro o después de sucesivos encuentros.
Algunas preguntas que la gente suele hacer son: "¿Alguna vez voy a encontrar mi alma gemela?", "¿Estoy con mi alma gemela ahora?", "¿Es él/ella mi alma gemela?", "Algo ocurrió, pensé que él/ella era mi alma gemela, ¿qué ocurrió?"

Posiblemente esas preguntas se relaciones con el problema común de la búsqueda de un amor incondicional e ilimitado. Esto puede reflejar la experiencia de amor por parte de ambos o uno de nuestros padres lo que para la mayoría ha sido sentido como incondicional e ilimitado. Ningún romance comparte esas características, ninguno es ni incondicional ni ilimitado.

Cuando nuestras experiencias reales no cumplen con esos estándares muchos de nosotros suponemos que no hemos encontrado la persona adecuada, y que cuando encontremos a la persona adecuada entonces quedaremos realmente conformes con la relación. Así podemos ir de relación en relación buscando algo que no existe fuera de nuestra relación materna/paterna.

El encuentro con quien hemos sentido como alma gemela nos permite la oportunidad de iniciar un romance amoroso y para hacerlo crecer hacia algo superior que signifique un lazo amoroso fuerte y duradero con niveles profundos de intimidad y pasión. Esto puede ocurrir después de un proceso de aprendizaje con un número de relaciones con otras almas pertenecientes al grupo de las conexiones kármicas, provenientes de vidas pasadas, las cuales han durado hasta sus etapas de ruptura.

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Hace años que la desaparición de la cultura Maya es un misterio, un interrogante de cientos de investigadores que intentan buscar la respuesta sobre esa civilización.

Un nuevo hallazgo supone que una maravilla marina ubicada en Belice, podría ser la llave para desencadenar uno de los grandes misterios de la humanidad.

Minerales tomados de esta cueva marina dejaron ver que entre los años 800 y 900 hubo una gran sequía, que casualmente coincide con las hipótesis de la desaparición de los Mayas.


Al parecer, estos drásticos cambios climáticos fueron el desencadenante para su extinción, y se sufrieron en los primeros territorios poblados de Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.

El estudio científico fue realizado por Rice University y Louisiana State University, también muestra que cuando los Mayas se trasladaron por estos fenómenos hacia el norte, también habrían sido víctimas de un arduo cambio climático y sequías.

Los estudios se realizaron sobre varios minerales tomados de esta cueva, que brindaron los datos para sacar los cálculos que llamativamente coincidieron con las fechas.

Además, increíblemente, su forma coincide con el famoso y mundialmente conocido calendario Maya. ¿Será una coincidencia o una pista?
Afirman que una cueva marina podría ser la llave del misterio Maya

El complejo conjunto de engranajes de bronce conocido como mecanismo de Anticitera no solo es una pieza inusualmente avanzada para la época en que se creó. Un nuevo estudio de este dispositivo de más de 2.000 años encontrado en un naufragio cerca de la isla de Anticitera, en Grecia, ha revelado que es incluso más antiguo de lo que se creía.

El mecanismo de Anticitera forma parte de un valioso yacimiento arqueológico hallado en 1901, en el naufragio de un antiguo barco griego. Se trata de un complejo mecanismo de bronce, similar a un reloj, que servía para calcular la periodicidad de los eclipses de sol y luna, así como la posición de los planetas conocidos en la época.

Diversas dataciones realizadas en los años 70 calculaban que esta máquina, a la que muchos se refieren como el ordenador más antiguo del mundo, se construyó hacia el año 87 antes de Cristo. Sin embargo, Christián C. Carman, historiador de la Universidad Nacional de Quilmes, en Argentina, y James Evans, físico de la Universidad Puget Sound en Washington, creen que es al menos un siglo más antiguo.

El misterioso mecanismo de Anticitera es más antiguo de lo que se creía

Carman y Evans han estudiado las inscripciones griegas del mecanismo, y han concluido que las fórmulas utilizadas en el cálculo de los eclipses no pertenecen a trigonometría griega, sino a aritmética de origen babilonio. El calendario del objeto se inicia en el año 2o5 antes de Cristo, siete años después de la muerte de Arquímedes. Carman y Evans creen que su construcción data de en torno al año 100 a 150 antes de Cristo.


Lo que sigue siendo un misterio es para qué se utilizaba exactamente el mecanismo de Anticitera. Los últimos estudios indican que la máquina se guardaba dentro de una caja de madera desde la que se podían apreciar los engranajes, y que se activaba mediante una palanca en el lateral. Aparte de para predecir eclipses, el dispositivo permitía calcular la posición astronómica del Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Saturno y Júpiter. También marcaba la fecha de los juegos olímpicos, y contiene una referencia a unos juegos celebrados en Rodas, que es donde se cree que lo construyeron.

Independientemente de para qué lo usaban, tuvieron que pasar mil años más para que se volviera a construir un objeto de semejante complejidad. El lugar donde se descubrió el mecanismo se encuentra a bastante profundidad, y aún se siguen encontrando nuevos objetos. Quizá en el futuro se hallen nuevas partes del objeto que aclaren su función. [Archive for History of Exact Sciences vía Smithsonian]
El tunel, descubierto en 2003, se encuentra bajo el Templo de la Serpiente.

Después de cerca de 11 años de trabajo, un equipo de arqueólogos en México descubrió más de 50.000 piezas en las ruinas de la ciudad precolombina de Teotihuacán. Los objetos -que incluyen piedras de jade, conchas y caracoles marinos, cerámicas, esculturas así como objetos de madera en perfecto estado- se encontraban a más de 100 metros de la entrada de un túnel sellado hace cerca de 2.000 años.

El túnel, que fue descubierto en 2003, se encuentra bajo el Templo de la Serpiente Emplumada en la zona arqueológica de Teotihuacán. "Por la magnitud de las ofrendas aquí deben estar sepultados grandes dignatarios", señaló Sergio Gómez, arqueólogo a cargo del proyecto. Los científicos creen que el sitio habría servido tanto para investir como para enterrar a la clase dirigente, una hipótesis que surgió cuando se descubrió el túnel. Hallar estas tumbas al final del túnel constituiría un hito histórico para los arqueólogos ya que, a diferencia de otras culturas prehispánicas, en Teotihuacán no se han encontrado restos de ningún gobernante.
Un año de espera

Los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mexicano revelaron que las paredes y el techo del túnel están salpicados de minerales con los que probablemente los teotihuacanos recreaban el inframundo.

Entre los objetos que se recuperaron se destacan cuatro esculturas talladas en piedra (una masculina y tres femeninas) decoradas con joyería prehispánica hecha de jade y piedra verde. También hay numerosos caracoles del Golfo de México y el Caribe, huesos de grandes felinos, discos de pirita, cuentas de una variedad de materiales y pelotas de hule.

Otras piezas incluyen restos de aves y más de 15.000 semillas de plantas comestibles, objetos de ámbar, más de 4.000 piezas de madera que se han conservado perfectamente, espejos de pizarra y pirita y restos de piel. El túnel tiene una longitud de más de 100 metros y nadie había accedido a él en más de 1.800 años. Se cree que dejó de funcionar alrededor del año 250 d.C., cuando fue sellado. Hasta el momento, el equipo de Gómez ha excavado unos 60 centímetros en las cámaras del final del túnel. Dicen que desenterrarlas completamente demorará un año.

Nikolai Ovcharov, un arqueólogo conocido como el «Indiana Jones búlgaro» ha realizado en las últimas jornadas un macabro descubrimiento. Concretamente, y según ha publicado la versión digital del diario «Daily Telegraph», el experto ha desenterrado los huesos de un hombre asesinado, probablemente, por vampirismo. ¿La razón? Le clavaron una estaca metálica a la altura del corazón.

Según ha señalado el experto en declaraciones publicadas por el periódico británico, los restos indican que el fallecido tenía entre 40 y 50 años cuando fue atravesado por una vara metálica proveniente, a todas luces, de un arado de época.

A su vez Ovcharov ha explicado que, según las pruebas realizadas al esqueleto, los restos datarían del S XIII, época en que los rituales antivampíricos eran bastante utilizados contra los sospechosos de ser no muertos.

Concretamente, en esta época de la historia se atravesaba el corazón de los acusados de vampirismo para evitar que, una vez enterrados, se levantaran de entre los muertos y volvieran a aterrorizas a sus verdugos.

Ovcharov un arqueólogo que ha dedicado su vida a arrojar luz sobre las antiguas civilizaciones, hizo el descubrimiento mientras excavaba en las ruinas de Perperikon, una antigua ciudad situada en el sur de Bulgaria.

«No tenemos dudas de que una vez más estamos viendo un ritual contra los vampiros. A menudo se aplicaron a personas que morían en circunstancias poco comunes tales como el suicidio», ha determinado el experto. Además de la estaca, la pierna del fallecido estaba cortada por debajo de la rodilla y puesta, posteriormente, al lado del cuerpo.

El hallazgo es el tercer descubrimiento similar en Bulgaria, y tiene un gran parecido con dos tumbas anteriores encontradas en 2012 y 2013 en la ciudad costera de Sozopol, a 200 kilómetros al este de Perperikon..

ANA MARTÍN GARCÍA
EFE/REPORTAJES

El mar Mediterráneo sigue ofreciendo hoy en día una gran cantidad de misterios y descubrimientos asombrosos como las ciudades sumergidas de Alejandría, Heraclión, Canopo o Pavlopetri.

¿Qué mundos existen en las profundidades de los mares? Una pregunta que ha generado a lo largo de la historia innumerables mitos y leyendas, alimentadas de grandes sueños de momias y tesoros perdidos, que se han reflejado en el arte, la literatura y la música.

Hasta la fecha, se cree que se ha explorado solo de 3 al 5 por ciento de los fondos submarinos, donde se han encontrado ruinas de antiguas civilizaciones perdidas, que avivan nuestra imaginación sobre los descubrimientos que están aún por venir.

El último hallazgo, una estructura formada por bloques regulares de piedra que se asemeja a un camino artificial, ha sido descubierto por un grupo de buceadores croatas, a unos 20 metros de profundidad en el mar Adriático.

Jutarnji list Ivan Bronzovic, del club de buceadores Mornar, de Split, dijo que las tablas son regulares y horizontales y, en caso de tratarse de un fenómeno natural, representaría algo sin precedentes en la formación del fondo marino.

En Croacia se han obtenido muchos y muy buenos resultados en el campo de la exploración y la protección de los yacimientos arqueológicos subacuáticos. Hasta la fecha se han registrado más de 400 yacimientos de todas las épocas, aunque los países que más misterios atesoran en sus aguas son Grecia y Egipto. Allí han surgido los restos de ciudades tragadas por el Mediterráneo hace miles de años que se encuentran prácticamente intactas gracias al efecto protector de la arena.

LAS CIUDADES SUMERGIDAS DE ABUKIR

Alejandría, aquella ciudad faraónica que tan mágicamente nos han descrito los textos antiguos, llena de exuberantes palacios y elegantes jardines, se hundió en el agua y el fango, víctima de su propio peso, al igual que otras legendarias ciudades que hace 2,500 años se alzaron en de la bahía de Abukir.

A finales del siglo VIII el Portus Magnus de Alejandría, incluyendo el Palacio de Cleopatra VII, y las ciudades de Heraclion y Canopo ya habían desaparecido, por lo que eran prácticamente un mito hasta que sus restos fueron redescubiertos por el arqueólogo francés Franck Goddio, al frente de un equipo del Instituto Europeo de Arqueología Submarina (IEASM).

A lo largo de 18 años, la tecnología más moderna ha permitido sacar a la luz piezas de arte que datan del siglo VII a.C. hasta el siglo VIII d.C. y abarcan desde los días de los últimos faraones hasta Alejandro Magno, del período de gobierno griego hasta la conquista romana y, luego, desde tiempos bizantinos hasta el comienzo de la época Islámica.

Se trata de “testimonios únicos” de la historia egipcia que reflejan la importancia de estas tres ciudades que, en la antigüedad se contaban entre los más famosos centros de comercio, ciencia, cultura y religión, ha explicado Franck Goddio en una entrevista.

Entre las piezas más valiosas destacan la estatua de una reina –Arsinoe II– de granito negro, de 150 cm de altura, del siglo III a.C y procedente de Canopo, la primera estatua en la que se mezcla el arte egipcio y el griego. A su vez, Frank Goddio destacó la importancia de las estelas del Faraón Nectabeo I que demuestran que las ciudades de Thonis y Heraclion eran la misma cosa: Thonis es el nombre en egipcio y Heraclion, en griego.

Hace poco más de un mes el equipo del IEASM encontró un templo dedicado al Dios Khonsu-Thot, el último vestigio descubierto en la ciudad de Heraclion.

“En su interior aparecieron interesantes indicios relacionados con una antigua ceremonia denominada Los misterios de Osiris que se celebraba entre los templos de Amón en Heraclion y Osiris en Canopus”, explicó el arqueólogo.

El simbolismo de “los misterios de Osiris” era tan poderoso que se convirtió en un objetivo vital para los antiguos egipcios, su equivalente la peregrinación a Jerusalén o a La Meca. Goddio piensa organizar una exposición en torno a esta ceremonia en octubre de 2015.

PAVLOPETRI: LA CIUDAD SUMERGIDA MÁS ANTIGUA

En 1967 el geólogo marino Nicolas Flemming, del Instituto de Oceanografía de Southampton (Inglaterra), descubrió frente a la costa sur de Laconia en Grecia, las ruinas del yacimiento de Pavlopetri, la ciudad sumergida más antigua del mundo. Dos años después, un equipo de la Universidad de Cambridge trazó un mapa y dató los vestigios en el Periodo Micénico (entre el año 1,600 y 1,000 a. C.). Hasta 2009 no se llevaron a cabo estudios arqueológicos adicionales.

“El Proyecto Subacuático de Pavlopetri quedó bajo el cuidado del gobierno griego y eso paralizó las investigaciones”, aseguró Jon Henderson de la Universisdad de Nottingham, el primer arqueólogo a quien le otorgaron permiso oficial para acceder al yacimiento después de 40 años. En ese momento la Delegación de Antigüedades Subacuáticas del Ministerio de Cultura griego y el equipo de Henderson comenzaron a trabajar juntos.

Durante el trabajo de campo realizado en el verano de 2010 el equipo realizó una exploración subacuática digital detallada y un estudio de los vestigios estructurales. Los resultados de la exploración superaron las expectativas más optimistas.

Las investigaciones revelaron otros 9,000 metros cuadrados edificados y cerámicas que indican que el asentamiento estuvo habitado durante toda la Edad del Bronce (al menos desde el año 2800 al 1100 a. C.). Tal vez uno de los hitos más importantes fue la identificación de lo que pudo ser un megaron –un gran salón rectangular– de comienzos de esa época.

La ciudad fue abandonada alrededor del 1100 a.C y acabó siendo tragada por el mar después de haber sido asolada por tres terremotos. Sin embargo, aún es visible en el lecho marino la disposición urbanística del asentamiento, con sus calles principales, edificios de viviendas, patios, tumbas cavadas en la roca y edificios que parecen haber estado destinados al culto, explicó el arqueólogo.

Desafortunadamente, las excavaciones arqueológicas están paralizadas en estos momentos, debido a la crisis económica que sufre Grecia. Henderson asegura que “el gobierno no puede pagar a los buceadores”.•

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Uno de los más grandes misterios arqueológicos de todos los tiempos es la desaparición de un ejército persa de 50.000 hombres en el desierto de Egipto, alrededor del año 524 aC, y ahora, un grupo de arqueólogos parece haber hallado la explicación al enigma.

Cerca del año 524 aC, el rey persa Cambises entró en el desierto egipcio en las proximidades de Luxor (antes, Tebas) con 50.000 hombres. Los soldados, según la versión oficial persa de la época, no regresaron jamás, ya que, al parecer, fueron tragados por una duna de arena. Una explicación inquietante y con cierto aire sobrenatural, que ha sido tema de muchos debates.

El historiador griego Herodoto se hizo eco de la posibilidad de que una tremenda tormenta de arena hubiera provocado el desastre, pero, por supuesto, otras hipótesis se han planteado a través de los siglos.

Con el auge de la arqueología científica en el siglo XIX y la incesante y prolífica serie de excavaciones arqueológicas en Egipto que se inició entonces, la búsqueda del ejército sepultado ha sido lo bastante exhaustiva como para que ya se hubiera descubierto todo o parte. Sin embargo, nada se ha encontrado. ¿Por qué? ¿Cómo es posible que un ejército de 50.000 soldados desaparezca de esa manera y 2.500 años después siga sin ser encontrado?

El equipo del egiptólogo Olaf Kaper, de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, descubrió lo que podría calificarse como un pacto de silencio promovido por intrigas políticas de aquella época y llegó a una explicación del todo distinta a las barajadas hasta ahora.

Para Kaper, aquel ejército no desapareció tragado por una duna, sino que fue derrotado por el enemigo. Kaper argumenta que sus últimos hallazgos demuestran que el ejército no estaba simplemente cruzando por el desierto, sino que su destino final era el Oasis de Dachla, donde estaban desplegadas las tropas de Petubastis III, el líder rebelde egipcio. Este consiguió tender una contundente emboscada al ejército de Cambises y de esta forma logró, desde su base de operaciones en el oasis, reconquistar una gran parte de Egipto, después de lo cual se coronó como faraón en la capital, Menfis.

El hecho de que el destino del ejército de Cambises no se haya aclarado durante dos milenios y medio se debe probablemente al rey persa Darío I, quien sofocó la revuelta egipcia con un gran derramamiento de sangre, dos años después de la derrota de Cambises. Comprendiendo el alto valor propagandístico de alterar la historia oficial del modo más beneficioso para sus intereses políticos, Darío I optó por ocultar el gran fracaso de aquella derrota bélica y atribuyó a los elementos naturales el trágico fin de la campaña militar lanzada por su predecesor.

Gracias a esta taimada y eficaz manipulación de la historia oficial, 75 años después del suceso, todo lo que Herodoto pudo hacer fue dejar constancia escrita de la posible acción de una tormenta de arena.

Con esto, quedaría resuelto el misterio del ejército desaparecido. Salvo que investigaciones posteriores contradijeran lo concluido por Kaper.

¿Quién hizo las esferas precolombinas del sur de Costa Rica? ¿Con cuál propósito fueron hechas? ¿Cómo se logró el nivel de perfección en su circunferencia?

Estas y otras preguntas desvelan (por no decir que inquietan) a la comunidad científica, que aún sigue investigando el origen de las esferas de piedra nacionales, informa la prensa británica, que las ubica como uno de los siete misterios aún sin resolver en la historia humana.

Las diferentes esferas fueron hechas en piedras duras como granodiorita, gabros y caliza y miden entre los 10 centímetros y los 2,57 metros de diámetro.

Su peso puede superare las 16 toneladas y, según diferentes estudios, fueron ubicadas por los indígenas de la zona del delta del río Díquis entre los años 300 a.C y 300 d.C.

El diario The Mirror incluye a nuestras esfueras (algunas de ellas en exposición en el Museo Nacional, en San José centro) en el exclusivo listado junto con otros seis misterios.

Los restantes son: las Pirámides de Egipto, Stonehenge (monumento prehistórico ubicado en Inglaterra), el Muro o Muralla de Adriano (antigua construcción defensiva de la isla de Britania, en Gran Bretaña), la caída de la civilización Minoica (en la isla griega de Creta), los manuscritos Voynich (descubiertos en el norte de Italia) y la Batería de Bagdad.

Este último se trata de un conjunto de artefactos creados en la antigua Mesopotamia durante las dinastías de los partos o persas de la época imperial (250 a.C).

En cuanto a las esferas precolombinas -específicamente las ubicada en cuatro sitios del sur del país- es importante destacar que el pasado 23 de junio la Organización de las Nacionales Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) las declaró Patrimonio Mundial Cultural de la Humanidad.

Se trata del primer registro cultural del país dentro de este órgano, en vista de que Costa Rica solo contaba con declaraciones de Patrimonio Natural y Cultural Inmaterial (tradición del boyero y la carreta típica).

Fueron construidas hace miles de años, cuando no había excavadoras ni grúas. Pero aún hoy siguen maravillando al mundo –y a la ciencia– por el enorme esfuerzo y el ingenio empleado en su construcción.

Para elevar sus imponentes pirámides, los egipcios tuvieron que trasladar gigantescos bloques de piedra y estatuas de toneladas de peso por el desierto, y lo hacían sobre grandes trineos de madera.

El enorme operativo que debieron desplegar habla del gran conocimiento técnico y organizativo de esta civilización, que se basó en métodos simples y que revela el sitio BBC Mundo.

Los antiguos egipcios tuvieron que transportar a través del desierto los enormes bloques de piedra que forman sus pirámides.

Lo que acaban de descubrir los expertos en física de la Fundación para la Investigación Fundamental sobre la Materia (FOM) y de la Universidad de Amsterdam, según señala el portal, es que usaban un truco simple y efectivo para facilitar el paso de los pesados trineos de madera cargados con piedras: humedecer la arena por la que se deslizaban.

Al usar la cantidad adecuada de agua, dicen los científicos, podían reducir a la mitad el número de obreros necesarios para arrastrar los trineos.

"Demostramos de forma experimental que la fricción deslizante sobre arena se reduce enormemente al añadir un poco –pero no mucho- de agua", dice el estudio cuyo equipo de autores lideró el profesor Daniel Bonn y cuyos resultados publica revista especializada Physical Review Letters.

Quienes hayan construido castillos de arena podrán entender fácilmente lo que plantean los científicos: es prácticamente imposible mantener la forma de un montón de arena seca, y es igualmente difícil cuando la arena está demasiado empapada.

La clave está, como en los castillos de arena, en la cantidad justa de humedad.

Y los investigadores sostienen que para facilitar la tracción de los pesados trineos por el desierto, lo más probable es que los egipcios hicieran justamente eso, mojar la arena frente al trineo.

Según han demostrado sus experimentos, la humedad justa de la arena reduce a la mitad la fuerza necesaria para empujar un objeto. En el laboratorio, crearon una versión del trineo egipcio sobre una superficie de arena.

Allí determinaron la fuerza requerida y la firmeza de la arena de acuerdo a la cantidad de agua presente en la arena. Para medir la firmeza utilizaron un reómetro, explican los científicos en un comunicado, que es un instrumento de laboratorio usado para observar cómo fluye un líquido o una mezcla bajo la acción de fuerzas externas.

Así vieron que la fuerza necesaria para mover el trineo disminuía de manera proporcional a la firmeza de la arena. La razón es que cuando se agrega agua a la arena, surgen los llamados puentes capilares, pequeñas gotitas de agua que unen a los granos entre sí.

En presencia de la correcta cantidad de agua, la arena húmeda del desierto es alrededor de dos veces más firme que la arena seca, concluyeron los físicos. Por lo tanto, un trineo se desliza con mucha más facilidad sobre la arena firme simplemente porque esta no se acumula por delante del vehículo como lo hace la arena seca.

Según los científicos, los constructores egipcios conocían este útil truco. En uno de los frescos encontrados en la pirámide se puede observar a un trabajador arrojando agua por delante del trineo.

Y como prueba, señalan la pintura de una de las paredes de la tumba de Djehutihotep, jefe de una de las regiones del Alto Egipto durante los reinados de Amenemhat II, Sesostris II y Sesostris III (1914-1852 a.C.) que muestra claramente a una persona parada en la parte delantera del trineo arrojando agua sobre la arena.

Pero, además de revelar algo más sobre la destreza de aquella fascinante y antigua civilización, estos resultados también son interesantes para sus aplicaciones modernas, aseguran los autores.

Aún no se comprende del todo el comportamiento físico de los materiales granulares como la arena, que, sin embargo, son muy comunes. El asfalto, el hormigón y el carbón son algunos ejemplos.

Los científicos creen que este descubrimiento puede ser útil para optimizar el transporte y el procesamiento de material granular, que actualmente representa alrededor del 10% del consumo de energía en el mundo.

Si bien hace ya un buen tiempo que nuestra especie habita este planeta, lo hemos poblado casi que por cada rincón, lo hemos estudiado durante miles de años y hemos desarrollado toda clase de conocimientos sobre su funcionamiento, aún queda muchísimo por descubrir, mucho por resolver. En el día de hoy, quiero invitarte a realizar un recorrido especial en el que veremos los 5 misterios más grandes del planeta que, pese a las numerosas investigaciones y teorías desarrolladas, aún no hemos podido esclarecer.

5. Lo que realmente hay debajo, en el núcleo

Lo que hay debajo de todos nosotros, oculto a kilómetros y kilómetros de la superficie, ha intrigado a la humanidad desde siempre, especialmente a los científicos, claro. En la década de los 40 se creía que este misterio estaba resuelto: en el centro había minerales esenciales, suponiendo que, por ejemplo, el hierro y el níquel ausente en la corteza terrestre debía encontrarse en el núcleo. Mediciones de gravedad una década más tarde demostraron que estas estimaciones eran erróneas. Aún hoy, todo se trata de suposiciones, teorías y estimaciones; los científicos trabajan intensamente por descubrir qué elementos son los que representan el déficit de densidad allí abajo o una explicación a las inversiones periódicas en el campo magnético de la Tierra generadas por el hierro líquido que fluye del núcleo externo.

4. Cómo llegó la Luna a donde está

Tal como lo hemos visto en numerosas oportunidades, muchas son las teorías acerca de cómo se formó la Luna realmente y por qué se encuentra en su ubicación. Las 5 teorías más importantes son la de captura, fisión, la de co-formación lunar, colisiones planetesimales y la del gran impacto, sin embargo, aunque unas tienen más fundamentos que otras, ninguna deja de ser una teoría. Aún hoy, no existe un consenso científico universal que logre cumplir con todas las interrogantes sobre la formación y ubicación de nuestro preciado satélite natural.

3. Si alguna vez lograremos predecir un terremoto

Si bien, gracias a los científicos, tenemos ciertos modelos estadísticos, matemáticos y de probabilidad, similares, aunque mucho menos efectivos, que los que por ejemplo se utilizan en la meteorología y la predicción del clima, que pueden dar algunas indicios: no existe todavía una forma de predecir cuándo va a ocurrir un terremoto. Desde distintas ramas de las ciencias se ha intentado todo lo posible e incluso el experimento más importante y prometedor, desarrollado por geólogos, físicos, geógrafos y numerosos expertos durante 12 años seguidos, tuvo resultados negativos y todavía no sabemos si alguna vez lograremos predecir terremotos.

2. Cuál fue el verdadero origen de la vida en la Tierra

Este cuestionamiento tiene muchísimas más teorías e hipótesis aún. En la antigüedad, el pensamiento arcaico formuló teorías creacionistas que se convirtieron en religiones, pero conforme el avance de las civilizaciones y el desarrollo del pensamiento científico, crítico y reflexivo, otras teorías surgieron. Hoy en día, si bien muchas historias creacionistas se mantienen en pie, la teoría más lógica y mejor fundamentada sugiere que la vida en la Tierra surgió con impactos de meteoritos que llegaron de distintos rincones del Universo para dar con el planeta. Las vitaminas básicas y esenciales, así como los aminoácidos y los diferentes elementos químicos que constituyen los organismos vivos se han podido reconocer en meteoritos, por lo cual no es para nada ilógico pensar que la vida en la Tierra llegó en realidad desde algún otro rincón del espacio. Como lo dice el gran Neil DeGrasse, todos estamos hechos de estrellas, toda la vida está hecha de materia estelar.

1. De dónde surgió tanta cantidad de oxígeno de la Tierra

El verdadero origen de todo el oxígeno que hay en la Tierra y nos permite vivir aún es un misterio sin resolver. Lo que sí sabemos es que prácticamente le debemos nuestra existencia a macroscópicas cianobacterias, quienes fueron de enorme ayuda en la radical transformación de la atmósfera de la Tierra. Estás bombearon oxígeno como desecho y llenaron los cielos de este elemento hace unos 2400 millones de años. Pero el estudio de rocas muy antiguas reveló que los niveles de oxígeno descendieron y bajaron de un extremo al otro durante un largo tiempo, hasta que creció enormemente y se estabilizó, quedándose allí, aproximadamente unos 450 millones de años atrás. La razón es un misterio.